Mi amigo Iván Reguera dice que es sociópata. En cursiva. Porque esas cosas hay que decirlas siempre en cursiva. En sus antípodas, Jesús Gómez llegará al final de sus días sin conocer siquiera que este término existe.Yerno ideal, Jesús es de ese tipo de personas que uno, cuando se come demasiado la cabeza, cree que no existen. Pero están ahí. Son felices. Y para qué negarlo, hacen felices a quienes están alrededor.
Jesús Gómez tiene una media de sobresaliente en Biología. Le encantan las aves. Y tiene muy claro desde hace años a qué se quiere dedicar, pongamos que hablo de científico en un parque natural.
Jesús Gómez practica taekwondo desde hace mucho tiempo. Lo que le ha forjado un cuerpo flexible sin un gramo de grasa.
Jesús tiene una novia que toca el piano. Jesús ejerce de monitor de tiempo libre, y tiene un grupo que dedica muchas horas de ocio a la naturaleza. Jesús nunca ha fumado. Pero cuando toca ser fiestero, Jesús aguanta hasta el final.
Jesús tiene una sonrisa amable para todo el mundo. No sólo se integra, sino que integra a los demás. Allá donde aparece él, hay vida. Jesús Gómez tarda 90 minutos en llegar desde su casa de Fuenlabrada a la Facultad. Y otros 90 de vuelta. Que aprovecha en leer.
Jesús Gómez es muy buena gente.
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