Que determinados cursos son puntos de encuentro es una evidencia constatable. En el aula de 'Buñuel: suspiros y películas', se han tejido relaciones que han continuado y amplificado fuera de ella.
Fruto de ellas ahí está Oriol, el hombre que pronuncia el andaluz más señorial desde que conocí a Juan Antonio Barrero, que ya es decir. Desde ya, de culto.
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